samedi 30 avril 2016

La falla de Descartes y de algunos millones de obsecuentes

« Las características principales de la sociedad (in) humana corresponden a las  características  principales del hombre.»

                                          H. Spencer. Introducción a  la ciencia social. Paris, F. Alcan, capitulo III


Comte (1), Espinas (2), Schopenhauer (3), entre otros autores (4, 5,6,7) llegan a la misma conclusión elaborada por Spencer la que expresa la analogía entre las características de los hombres de una sociedad y las características adquiridas por la sociedad y sus organizaciones.
¿Qué sucede si todos los hombres de una sociedad tienen preferencia por el mal, es decir, están   comprometidos sin remordimientos, de manera impulsiva y recurrente a ejercer un comportamiento violento e inmoral en detrimento de otros o por la inclinación a favorecer solamente todo lo que le procura placer sin hacer esfuerzos para conseguirlo?
Tendremos una sociedad discordante, alfa numéricamente distanciada de la utopía descrita en discursos de diversas fuentes (políticas, jurídicas, religiosas, sociales, científicas). La realidad social testimonia de la absurdidad social predicando una cosa pero haciendo otra, dónde el calificativo de hipocresía tiene su lugar. La realidad social adquiere dos dimensiones: una intelectual discursiva imaginaria y otra práctica, diametralmente opuesta, construida por una gran mayoría de gente desde su rol social.
Entonces, la persona que navega entre dos océanos diferentes que pueden llevar bien a la enfermedad, dada que está obligada a hacer una constante disociación consciente entre la realidad mental lógica, ética y discursiva y la realidad que se presenta como absurda [8] y  mentirosa.
Para hacer el mal sabiendo que está mal, debe negarse la existencia del bien y se burlar abiertamente de todo lo que lo representa; dormir su conciencia y confiarse en las relaciones  establecidas en el poder conferido o permitido por la sociedad o en combinaciones secretas que se comportan como logias, la mafia y otra agrupaciones insalubres. La principal característica de este hombre individual es su egoísmo o su socio-centrismo.
¿Qué significa este término? Define un individuo preocupado por sus necesidades y sus intereses donde se preocupa poco o nada por los sentimientos, intereses, necesidades, derechos, propiedades de otros. Este individuo desea explotar a otros sin hacerles confianza. Generalmente, quita responsabilidad de todo lo malo que puede suceder y no es infrecuente que sea negligente. Hay evidencia de sus importantes deficiencias afectivas y psicológicas, del abuso psicológico o física,  si puede infringirla, dirigida siempre hacia otro.

El desprecio y la violación de los derechos lo excitan, lo que significa una incapacidad para cumplir con las normas sociales que determinan el comportamiento legal y equitativo. Tiende a engañar por lucro o por placer. Utiliza cualquier todos los sistemas y artimañas disponibles para protegerse en caso de que su maldad sea develada.
Él es un hombre impulsivo, se irritada fácilmente pero intenta ocultarlo. Es desconsiderado en relación a la seguridad, la salud, la dignidad y la integridad de otro.
Generalmente, es un mal padre, un mal esposo y un jefe autoritario. No tiene ningún remordimiento, indicado por el hecho de ser indiferente o de justificarse después de herir, maltratar o robar, sin disculparse. Por lo tanto es incapaz de predecir los danos que otro puede sufrir por su comportamiento. No es raro que piense o exprese que su víctima es estúpida, inferior, que no sabe defenderse o que merece su destino. Piensa que todo el mundo está luchando por sus propios intereses y que todo es bueno para no perder. 








Esta descripción, que refleja la mayoría de las personas que vemos todos los días en la sociedad capitalista liberal, como la quebequense, corresponde a la personalidad antisocial, diagnóstico de enfermedad mental [9,10]. Así es que estamos ante  sociedades enfermas y criminales, manifiestas, impugnes y latentes.
Antiguamente, el criminal estaba vinculado con la pobreza o con la enfermedad mental. Actualmente, estamos presenciando el hecho de que esta insensibilidad criminal proviene más bien de los hombres en las esferas de poder, toma de decisiones, que tienen más que suficiente para satisfacer sus básicas necesidades. La individualidad del hombre es paralela a la individualidad de la social.
La Psicología estudia del comportamiento de los hombres y la Sociología estudia la conducta social. Se ve bien y claro que ambas terminan para estudiar lo mismo. Por lo tanto, el axioma «los caracteres del agregado están determinados por los caracteres de las unidades que lo componen» deberían aplicarse no sólo al cuerpo colectivo de la sociedad, sino también a organismos parciales que conforman.
El hombre influye en la sociedad y la sociedad influencia el comportamiento del hombre mucho más, porque está formado por una multiplicidad de sistemas sociales tóxicos y enfermos para  su inteligencia, su conocimiento y su espíritu. Esto explica el porqué de errores socialmente cometidos; ellos demuestran un juicio totalmente absurdo entorno a problemas que requieren sólo un poco de sentido común.
Escuchamos sorprendidos frases como «la política dice», «le explico el procedimiento», «el manual no lo explica», «hay que esperara que la Comisión resuelva» incluso si un tercero está muriendo, quedándose discapacitado o en tren de perderlo todo.
Peor aún, no sabiendo qué hacer, responsabiliza a la otra parte que será tratada con desconfianza, difamación, indiferencia. Esta posición conformista sustituye a la persona pensante y moralmente bondadosa por un sujeto moral impreciso, impersonal y amoral, pretendiendo no asumir sa responsabilidad, sin solucionar absolutamente nada, haciendo el Mal.
La multitud es un lugar ideal para hacer morir el Bien y todo lo que es bueno, porque  la perversidad es una cualidad más activa y  más fácil de hacer. La bondad requiere un esfuerzo introspectivo, sacrificio para ajustarse a las virtudes morales, a los principios éticos, a las leyes positivas y a las leyes divinas, que se dirigen a hacer el Bien y evitar el Mal. Pide humildad para  cuestionarse y para dudar de todo lo aprendido, del análisis y del tratamiento que se hace de la realidad y de sus componentes, incluyendo lo humano.
Hoy en día, son los crimines son acciones cometidas por una colectividad (robo, fraude, estafas) de individuos que apoyan a individuos (ladrones de guantes blancos o de camisas blancas) en lugar de la acción de una persona.
El Derecho, especialmente el Penal, permanece ciego e inerte porque debe encontrar y juzgar  a varias personas por un acto criminal. Conformista, prosigue, en el mejor de los casos, en  distinguir la parte de responsabilidad que corresponde a un individuo.
Los Comités de ética no son mejores, porque los casos pasan por varios filtros en manos de  individuos sindicalizados, de los cuales el querellante no sabe sobre el nivel de moralidad de éstos. Así pocos son los casos tratados en comparación con todas las quejas presentadas, a las que se les ha negado injustamente o justamente la posibilidad de ser investigada.
Donde el Derecho no puede no llegar, la Ética puede, despertando la conciencia moral hacia uno mismo, hacia otros y hacia el ecosistema. Ética y Amor pueden hacer milagros.
Para ello, necesitamos iniciar cambios en los currículos obsoletos que mantienen el legado de un paradigma equivocado, que hace a las sociedades ciegas, enfermas y criminales.
Un modelo dicho científico fundado en  una única visión para entender el mundo y comprender lo humano; modelo objetivo, reduccionista y mecanicista desarrollado por René Descartes (11,12), que, desde hace 150 años, no se puede educar para: desarrollar el potencial humano, comprender la complejidad de la realidad, educar para la paz, felicidad y amor.
En vez de prescribir sólo por maldad, intereses y el deseo de dinero de antidepresivos, ansiolíticos, analgésicos, drogas psicotrópicas, de Ritalin; en vez de tantos prejuicios, de ignorar al otro, del miedo a la diferencia, intentemos el amor, los comportamientos afectivos universales olvidados y humanos como la amistad, la comunicabilidad, la escucha, la empatía, la sonrisa, los abrazos, los besos, los apoyos sinceros.





. La situación crítica de la sociedad es el producto de hombres educados y profesionales. La falle en los currículos es grande. Un currículo que responda a los valores olvidados del humanismo comenzará un proceso constante, evolutivo de conciencia social, conteniendo aspectos para pensar, ser y actuar en una sociedad benevolente.

Notes et webographie

[1]. Comte,A.(1851). Système de politique positive.Paris, 1851, p. 329 et suiv. Récupéré 10-04-16 http://anthropomada.com/bibliotheque/COMTE-auguste-Systeme-de-politique-positive.pdf
[2]Espinas, A. ( 1878 ). Des société animales . Récupéré 10-04-16 https://ia801408.us.archive.org/4/items/dessocitsanimal00espigoog/dessocitsanimal00espigoog.pdf
[3] Schopenhauer,  A.( 1818). Le monde comme volonté et comme représentation, Récupéré 10-04-16 http://www.schopenhauer.fr/oeuvres/fichier/le-monde-comme-volonte-et-comme-representation.pdf
(4) Sighele,Scipio. (1901).  La foule criminelle. Essai de psychologie criminelle. Récupéré 10-04-16 http://classiques.uqac.ca/classiques/sighele_scipio/foule_criminelle/la_foule_criminelle.pdf
(5) Szabo, D. (1978).Criminologie et politiqu criminelle. Récupéré 10-04-16 http://classiques.uqac.ca/contemporains/szabo_denis/criminologie_et_politique_criminelle/crimino_et_pol_criminelle.pdf
(6)Ferri, Enrico.(1914). La sociologie criminelle. Récupéré 10-04-16 http://classiques.uqac.ca/classiques/ferri_enrico/sociologie_criminelle/ferri_soc_criminelle_2.pdf
(7) Lombroso, César. (1887). L'homme criminel. Récupéré 10-04-16 http://classiques.uqac.ca/classiques/lombroso_cesare/homme_criminel_1887/homme_criminel.pdf
(8)  Qui est contraire à la raison, au sens commun, qui est aberrant, insensé.//Qui parle ou agit d'une manière déraisonnable//Pour les existentialistes, se dit de la condition de l'homme, qu'ils jugent dénuée de sens, de raison d'être (Philosophie de l'absurde de Sartre et Camus; Théâtre de l,'incommunicabilité de Beckett, Ionesco, Gombrowicz)//Raisonnement par l'absurde supose un raisonnement qui valide une proposition en montrant que sa négation conduit à une contradiction. En savoir plus sur http://www.larousse.fr/dictionnaires/francais/absurde/309#YIvyPKpqjf4t2gEk.99
(9) Appelé aussi sociopathe, remplaçant le terme sychopathe.
Mercuel, A.( 2003).Conduites psychopathiques. Récupéré 10-04-16  https://www.marseille.fr/sitevdm/document?id=2969&id_attribute=48
(10) Palazzolo, Jérôme. (2010). La personnalité antisociale. Récupéré 10-04-16 http://www.docvadis.fr/palazzolo/document/palazzolo/la_personnalit_antisociale/fr/metadata/files/0/file/Synthe%CC%80se_Personnalite%CC%81%20antisociale.pdf
(11) Descartes, René. (1637). La méthode. Récupéré 10-04-16 http://classiques.uqac.ca/classiques/Descartes/discours_methode/Discours_methode.pdf
(12)Descartes,René. (1684).Règles pour la direction de l'esprit. Récupéré 10-04-16 https://upload.wikimedia.org/wikisource/fr/a/ab/RDE.pdf

Todos los derechos reservados sobre el texto, RE CECILIA, 2016.

dimanche 10 avril 2016

La ética en la relación amorosa

«El verdadero problema de todos los tiempos se encuentra en el corazón y en los pensamientos de los hombres. Esto no es un problema físico sino un problema moral. Es más fácil cambiar la composición del plutonio que el espíritu maligno de un individuo. No es la potencia de la explosión de una bomba atómica que nos asusta, sino el poder de la maldad del corazón humano, su fuerza explosiva para el mal».

Albert Einstein (1948)

El verbo amar del es la acción sustantivo amor. Acción que se puede dividir en dos fases complementarias, una pasiva y otra activa. Tradicionalmente, para una pareja, la primera es señalada como un acto irracional y animal: caer en amor, enamorarse, como si tratara de una trampa. Un momento espontáneo donde el alma,  Psique en latín, Psyche, en griego Ψυχή,  sufre una misteriosa enfermedad (pathos) , fatal para algunos, que atrae a un ser humano hacia otro.
La segunda fase, tiene un carácter más racional y humano: ella concientiza sobre el hecho de estar enamorado, de querer cariñosamente y de apegarse al otro. Este momento se constituye de la primera etapa, más un análisis constante sobre sí mismo y sobre el otro, en términos de saber quién es el ser amado, quien soy y por qué estoy interesado convivir con esa otra persona y darle mis bienes, mi tiempo, sin algún interés que hacerle le Bien.
El amor real en pareja (aceptar al otro por quien es conmigo y con los demás) incluye el amor romántico (afecto, atracción emocional compleja, intereses emocionales, financieros y sociales, potencial de la felicidad, todo lo que me puede dar el otro que ama,  el sentirme deseado y desear, recibir, etc.) y el amor erótico (eros) que significa encontrar en la otra persona mis valores idealizados de belleza (rasgos físicos) llamado «el flechazo».
Así, la pareja evoca una maravillosa unión carnal y espiritual. Este amor despierta el instinto de procreación, que implica desarrollar la sensualidad y sexualidad. Por su racionalidad, el hombre es capaz de ajustar su pasión y como resultado, coordinar una sexualidad de una pareja que coloca al ser amado en el centro de la relación.
La pareja humana reúne a dos personas únicas, muy diferentes en su anatomía, muy diferentes en su psicología. Toda pareja debería ser el perfecto ejemplo de lo que es una relación ética: bien por bien, dar y recibir, recibir y dar. Todo esto es posible por la bondad, la hospitalidad, la amabilidad, la tolerancia y el respeto acordado entre los dos amantes en sus vidas.





El verdadero amor se desarrolla con el constante contacto con el ser querido que satisface mis necesidades y viceversa y porque él o ella suscita mi amor. El amor es una relación ética en la que los dos amantes adoptan comportamientos dependiendo del otro. Rotativamente, uno asume el rol de agente motivador y receptor de comportamientos, recibiendo bienes (atención, admiración, placer, satisfacción de necesidades) y el otro es el agente donante.
El principio de reciprocidad es esencial para mantener el bienestar individual. Si este principio de la reciprocidad no existe, siendo unidireccional o desequilibrado, no nos encontramos frente a la relación ética que es el amor. Es otro tipo de relación llamada lujuria que nace de un sentimiento egoísta. Dentro de ella, los amantes no lo son porque uno o los dos actores es desconsiderado con respecto al otro, es decir, no lo respeta como persona sino que la ve como un objeto, no teniendo en cuenta sus deseos, sus límites, sus necesidades. Así, no hay relación, ni implicación y el otro es un objeto externo, remplazable, pasajero, que da un placer efímero.
Los objetivos finales de una pareja humana son se sentir feliz, compartir el placer, dar benévolamente placer y ser mutuamente fieles. Todo ello desaparece en presencia de la lasciva y del egoísmo. La causa del amor, se dar así mismo al ser amado con el único interés de  aumentar su bienestar y de incrementar su felicidad se cancelan.
El amor real se basa en virtudes individuales (el rechazo a mentir, dar libertad para vivir y desarrollar su identidad individual, paciencia para esperar a que el otro esté  listo, tolerancia con los defectos de carácter) la habilidad de la empatía, de la solidaridad, de la comunicación eficaz para limar las diferencias y en el respecto a la confianza que el otro me ha dado.
Es el amor presente que está aquí y ahora conmigo y que sigue estando cuando no está en mi presencia, amor sensiblemente percibido porque por sus acciones, puedo saber que me escucha, me comprende, me perdona. Está conmigo y satisface mis necesidades, tanto en lo físico, lo intelectual, lo espiritual y lo psicológico. El amor es una empresa que tiene sus raíces en la capacidad de amar y tiene potencial para crecer .
En este amor no predominan un pathos: soy amado por alguien y tengo que realizar actos que demuestran mi amor por esa persona para poder ser querido tanto como lo deseo: «amar primero ser amado después» dice el dicho.
Hay un comportamiento de protección, de evitar el mal, en contra posición a la relación de lujuriosa. Presenta la responsabilidad de ir ha llamado del ser querido cuando ésta está en dificultades o una necesita una atención específica, sin dejarlo solo durante los tiempos difíciles. Un cónyuge no ignora al otro si se producen problemas duros golpes que a vece la vida nos presenta sin atenderlos. Amar se aprende amando  y bien amar se hace haciendo el Bien.
Cuando los valores individualmente faltan, la supervivencia del amor es imposible, porque el corazón es estéril y no hay ninguna buena intención que le habite. Superar el egoísmo es posible solamente si la voluntad busca y quiere el amor.

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