« Las características
principales de la sociedad (in) humana corresponden a las características principales del hombre.»
H.
Spencer. Introducción a la ciencia social. Paris, F. Alcan, capitulo III
Comte (1), Espinas (2), Schopenhauer (3), entre
otros autores (4, 5,6,7) llegan a la misma conclusión elaborada por Spencer la
que expresa la analogía entre las características de los hombres de una
sociedad y las características adquiridas por la sociedad y sus organizaciones.
¿Qué sucede si todos los hombres de una sociedad
tienen preferencia por el mal, es decir, están comprometidos
sin remordimientos, de manera impulsiva y recurrente a ejercer un comportamiento
violento e inmoral en detrimento de otros o por la inclinación a favorecer
solamente todo lo que le procura placer sin hacer esfuerzos para conseguirlo?
Tendremos una sociedad discordante, alfa numéricamente
distanciada de la utopía descrita en discursos de diversas fuentes (políticas,
jurídicas, religiosas, sociales, científicas). La realidad social testimonia de
la absurdidad social predicando una cosa pero haciendo otra, dónde el
calificativo de hipocresía tiene su lugar. La realidad social adquiere dos
dimensiones: una intelectual discursiva imaginaria y otra práctica,
diametralmente opuesta, construida por una gran mayoría de gente desde su rol
social.
Entonces, la persona que navega entre dos
océanos diferentes que pueden llevar bien a la enfermedad, dada que está
obligada a hacer una constante disociación consciente entre la realidad mental
lógica, ética y discursiva y la realidad que se presenta como absurda [8] y mentirosa.
Para hacer el mal sabiendo que está mal, debe
negarse la existencia del bien y se burlar abiertamente de todo lo que lo representa;
dormir su conciencia y confiarse en las relaciones establecidas en el poder conferido o permitido
por la sociedad o en combinaciones secretas que se comportan como logias, la
mafia y otra agrupaciones insalubres. La principal característica de este
hombre individual es su egoísmo o su socio-centrismo.
¿Qué significa este término? Define un
individuo preocupado por sus necesidades y sus intereses donde se preocupa poco
o nada por los sentimientos, intereses, necesidades, derechos, propiedades de
otros. Este individuo desea explotar a otros sin hacerles confianza.
Generalmente, quita responsabilidad de todo lo malo que puede suceder y no es
infrecuente que sea negligente. Hay evidencia de sus importantes deficiencias
afectivas y psicológicas, del abuso psicológico o física, si puede infringirla, dirigida siempre hacia otro.
El desprecio y la violación de los derechos lo excitan,
lo que significa una incapacidad para cumplir con las normas sociales que determinan
el comportamiento legal y equitativo. Tiende a engañar por lucro o por placer.
Utiliza cualquier todos los sistemas y artimañas disponibles para protegerse en
caso de que su maldad sea develada.
Él es un hombre impulsivo, se irritada fácilmente
pero intenta ocultarlo. Es desconsiderado en relación a la seguridad, la salud,
la dignidad y la integridad de otro.
Generalmente, es un mal padre, un mal esposo y
un jefe autoritario. No tiene ningún remordimiento, indicado por el hecho de
ser indiferente o de justificarse después de herir, maltratar o robar, sin
disculparse. Por lo tanto es incapaz de predecir los danos que otro puede
sufrir por su comportamiento. No es raro que piense o exprese que su víctima es
estúpida, inferior, que no sabe defenderse o que merece su destino. Piensa que
todo el mundo está luchando por sus propios intereses y que todo es bueno para no
perder.
Esta descripción, que refleja la mayoría de las
personas que vemos todos los días en la sociedad capitalista liberal, como la
quebequense, corresponde a la personalidad antisocial, diagnóstico de enfermedad
mental [9,10]. Así es que estamos ante sociedades enfermas y criminales, manifiestas,
impugnes y latentes.
Antiguamente, el criminal estaba vinculado con la
pobreza o con la enfermedad mental. Actualmente, estamos presenciando el hecho
de que esta insensibilidad criminal proviene más bien de los hombres en las
esferas de poder, toma de decisiones, que tienen más que suficiente para
satisfacer sus básicas necesidades. La individualidad del hombre es paralela a
la individualidad de la social.
La Psicología estudia del comportamiento de los
hombres y la Sociología estudia la conducta social. Se ve bien y claro que ambas
terminan para estudiar lo mismo. Por lo tanto, el axioma «los caracteres del agregado
están determinados por los caracteres de las unidades que lo componen» deberían
aplicarse no sólo al cuerpo colectivo de la sociedad, sino también a organismos
parciales que conforman.
El hombre influye en la sociedad y la sociedad influencia
el comportamiento del hombre mucho más, porque está formado por una multiplicidad
de sistemas sociales tóxicos y enfermos para su inteligencia, su conocimiento y su espíritu.
Esto explica el porqué de errores socialmente cometidos; ellos demuestran un juicio
totalmente absurdo entorno a problemas que requieren sólo un poco de sentido
común.
Escuchamos sorprendidos frases como «la política
dice», «le explico el procedimiento», «el manual no lo explica», «hay que esperara
que la Comisión resuelva» incluso si un tercero está muriendo, quedándose discapacitado
o en tren de perderlo todo.
Peor aún, no sabiendo qué hacer, responsabiliza
a la otra parte que será tratada con desconfianza, difamación, indiferencia.
Esta posición conformista sustituye a la persona pensante y moralmente
bondadosa por un sujeto moral impreciso, impersonal y amoral, pretendiendo no asumir
sa responsabilidad, sin solucionar absolutamente nada, haciendo el Mal.
La multitud es un lugar ideal para hacer morir
el Bien y todo lo que es bueno, porque la
perversidad es una cualidad más activa y más fácil de hacer. La bondad requiere un
esfuerzo introspectivo, sacrificio para ajustarse a las virtudes morales, a los
principios éticos, a las leyes positivas y a las leyes divinas, que se dirigen
a hacer el Bien y evitar el Mal. Pide humildad para cuestionarse y para dudar de todo lo aprendido,
del análisis y del tratamiento que se hace de la realidad y de sus componentes,
incluyendo lo humano.
Hoy en día, son los crimines son acciones cometidas
por una colectividad (robo, fraude, estafas) de individuos que apoyan a
individuos (ladrones de guantes blancos o de camisas blancas) en lugar de la
acción de una persona.
El Derecho, especialmente el Penal, permanece ciego
e inerte porque debe encontrar y juzgar a varias personas por un acto criminal.
Conformista, prosigue, en el mejor de los casos, en distinguir la parte de responsabilidad que
corresponde a un individuo.
Los Comités de ética no son mejores, porque los
casos pasan por varios filtros en manos de individuos sindicalizados, de los cuales el
querellante no sabe sobre el nivel de moralidad de éstos. Así pocos son los
casos tratados en comparación con todas las quejas presentadas, a las que se
les ha negado injustamente o justamente la posibilidad de ser investigada.
Donde el Derecho no puede no llegar, la Ética puede,
despertando la conciencia moral hacia uno mismo, hacia otros y hacia el
ecosistema. Ética y Amor pueden hacer milagros.
Para ello,
necesitamos iniciar cambios en los currículos obsoletos que mantienen el legado
de un paradigma equivocado, que hace a las sociedades ciegas, enfermas y
criminales.
Un modelo dicho científico fundado en una única visión para entender el mundo y comprender
lo humano; modelo objetivo, reduccionista y mecanicista desarrollado por René
Descartes (11,12), que, desde hace 150 años, no se puede educar para:
desarrollar el potencial humano, comprender la complejidad de la realidad,
educar para la paz, felicidad y amor.
En vez de prescribir sólo por maldad, intereses
y el deseo de dinero de antidepresivos, ansiolíticos, analgésicos, drogas
psicotrópicas, de Ritalin; en vez de tantos prejuicios, de ignorar al otro, del
miedo a la diferencia, intentemos el amor, los comportamientos afectivos
universales olvidados y humanos como la amistad, la comunicabilidad, la
escucha, la empatía, la sonrisa, los abrazos, los besos, los apoyos sinceros.
. La situación
crítica de la sociedad es el producto de hombres educados y profesionales. La
falle en los currículos es grande. Un currículo que responda a los valores olvidados
del humanismo comenzará un proceso constante, evolutivo de conciencia social, conteniendo
aspectos para pensar, ser y actuar en una sociedad benevolente.
Notes et webographie
[1]. Comte,A.(1851). Système de politique positive.Paris,
1851, p. 329 et suiv. Récupéré 10-04-16
http://anthropomada.com/bibliotheque/COMTE-auguste-Systeme-de-politique-positive.pdf
[2]Espinas, A. ( 1878 ). Des société animales . Récupéré
10-04-16
https://ia801408.us.archive.org/4/items/dessocitsanimal00espigoog/dessocitsanimal00espigoog.pdf
[3] Schopenhauer, A.(
1818). Le monde comme volonté et comme représentation, Récupéré 10-04-16
http://www.schopenhauer.fr/oeuvres/fichier/le-monde-comme-volonte-et-comme-representation.pdf
(4) Sighele,Scipio. (1901).
La foule criminelle. Essai de psychologie criminelle. Récupéré 10-04-16
http://classiques.uqac.ca/classiques/sighele_scipio/foule_criminelle/la_foule_criminelle.pdf
(5) Szabo, D. (1978).Criminologie et politiqu criminelle.
Récupéré 10-04-16
http://classiques.uqac.ca/contemporains/szabo_denis/criminologie_et_politique_criminelle/crimino_et_pol_criminelle.pdf
(6)Ferri, Enrico.(1914). La sociologie criminelle. Récupéré
10-04-16
http://classiques.uqac.ca/classiques/ferri_enrico/sociologie_criminelle/ferri_soc_criminelle_2.pdf
(7) Lombroso, César. (1887). L'homme criminel. Récupéré
10-04-16 http://classiques.uqac.ca/classiques/lombroso_cesare/homme_criminel_1887/homme_criminel.pdf
(8) Qui est contraire
à la raison, au sens commun, qui est aberrant, insensé.//Qui parle ou agit
d'une manière déraisonnable//Pour les existentialistes, se dit de la condition
de l'homme, qu'ils jugent dénuée de sens, de raison d'être (Philosophie de
l'absurde de Sartre et Camus; Théâtre de l,'incommunicabilité de Beckett,
Ionesco, Gombrowicz)//Raisonnement par l'absurde supose un raisonnement qui
valide une proposition en montrant que sa négation conduit à une contradiction.
En savoir plus sur
http://www.larousse.fr/dictionnaires/francais/absurde/309#YIvyPKpqjf4t2gEk.99
(9) Appelé aussi sociopathe, remplaçant le terme sychopathe.
Mercuel, A.( 2003).Conduites psychopathiques. Récupéré
10-04-16 https://www.marseille.fr/sitevdm/document?id=2969&id_attribute=48
(10) Palazzolo, Jérôme. (2010). La personnalité antisociale.
Récupéré 10-04-16
http://www.docvadis.fr/palazzolo/document/palazzolo/la_personnalit_antisociale/fr/metadata/files/0/file/Synthe%CC%80se_Personnalite%CC%81%20antisociale.pdf
(11) Descartes, René. (1637). La méthode. Récupéré 10-04-16
http://classiques.uqac.ca/classiques/Descartes/discours_methode/Discours_methode.pdf
(12)Descartes,René. (1684).Règles pour la direction de
l'esprit. Récupéré 10-04-16 https://upload.wikimedia.org/wikisource/fr/a/ab/RDE.pdf